Carta abierta al Sr. Huertas

Carta abierta al Presidente de Mapfre, por su vídeo del pasado lunes, en el que ha despreciado el esfuerzo de los trabajadores de MAPFRE durante el confinamiento

¡Qué gran decepción nos ha provocado su comunicación por video del pasado lunes!

¡Qué momento tan magnífico hubiera sido para poner en valor el esfuerzo de esa plantilla que lo ha dado todo a la empresa desde sus casas!

Esa plantilla que ha puesto a disposición de Mapfre sus equipos informáticos, sus teléfonos, sus sillas de cocina o del comedor (y sus consiguientes dolores de espalda), que ha tenido que adquirir en muchos casos ordenadores porque el resto de la familia, cónyuges e hijos/as, debían atender también a sus trabajos y sus estudios, que ha tenido que pedir silencio en casa a niños/as muy pequeños, a personas muy mayores, a otros adultos realizando su trabajo, para poder atender una llamada o una reunión por videoconferencia.

Y así, día tras día.

Hasta hoy, contamos 11 semanas de trabajo en casa. Pero no de teletrabajo, a esto que hemos hecho no se le puede llamar así. A esto que hemos hecho le tenemos que llamar una heroicidad, una genial heroicidad de miles de trabajadores/as de Mapfre. La empresa ha conseguido que podamos conectarnos en remoto. A partir de ahí, podemos sumar miles de historias de héroes y heroínas que han continuado su trabajo, su actividad, su entrega a Mapfre, mientras debían atender a hijos/as que debían seguir sus cursos de manera remota, con sus inquietudes y su necesidad de apoyo. Miles de héroes y heroínas de Mapfre que han seguido atendiendo a sus mayores, en muchos casos sufriendo la imposibilidad de atenderles físicamente, pero manteniendo el contacto telefónico casi continuo para apuntalar su ánimo. Miles de héroes y heroínas que han tenido que gestionar la frustración de sus adolescentes, mostrándose firmes y comprensivos. Miles de héroes y heroínas que han tenido que salir a comprar, que han tenido que cocinar, que han tenido que limpiar y mantener su casa en el mejor estado posible y sin ayuda exterior. Y además de todo esto, olvidarse de sus propios miedos, olvidarse de su propia frustración, olvidarse de su propia necesidad de apoyo y de atención, y trabajar muy duro. Por Mapfre, arrimando el hombro, sacando fuerzas de donde ya no nos quedaban.

Lamentamos escucharle decir, Sr. Huertas, que ahora nos toca a nosotros/as, los que hemos podido conservar el puesto de trabajo, dar todo lo que podamos volcándonos más hacia la empresa y siendo muy generosos/as y solidarios/as. No Sr. Huertas, no nos toca ahora. Nos lleva tocando desde hace 11 semanas, cada uno de los días de esas 11 semanas en las que hemos estado trabajando, Sr. Huertas, no hemos estado de ocio y deporte. Hemos estado manteniendo nuestros puestos de trabajo porque hemos estado trabajando y mientras haciendo malabares con la pandemia y la familia y las cifras de muertos, los duelos, el miedo, todo lo que ha supuesto esta pesadilla, que aún no ha terminado.

Fue hace cuatro días cuando el alto porcentaje de nuestra plantilla que supone Cataluña y Madrid ha pasado a fase 1, el mismo día que emitió su comunicado. El gobierno sigue recomendando el teletrabajo siempre que sea posible. Entendemos, como usted, que debemos empezar a “romper el miedo” y el “confinamiento mental”. Con mucho cuidado, porque nada es normal ahora. La normalidad que conocíamos no sabemos si algún día la recuperaremos, pero estamos lejos aún. Mientras tanto ya hemos estado ayudando a nuestros compañeros/as, vecinos/as, clientes, proveedores y a nuestra propia empresa, como usted menciona que debemos empezar a hacer ahora. Desde casa, sí. Y no por decisión propia, porque las circunstancias nos han obligado.

Sr. Huertas, escuchándole parece que estas 11 semanas han sido unas vacaciones pagadas, y hay quienes nos sentimos ofendidos/as. No negamos que habrá algún puesto de trabajo que no se haya podido desarrollar plenamente en remoto, pero es indudable que todos/as nos hemos volcado con Mapfre.

Protegernos de un posible contagio, a nosotros/as y a nuestras familias es un miedo completamente lógico en las circunstancias que vivimos, como usted dice, y lanzarnos, por ejemplo, al transporte público para llegar a nuestros puestos presenciales es aún un riesgo importante en muchos lugares donde la pandemia se ha cebado y vive un porcentaje muy alto de la plantilla de Mapfre. Así que comprendemos perfectamente que haya una cierta resistencia a la vuelta a los centros físicos de trabajo. Y nada tiene eso que ver con las personas que de manera irresponsable hayan incumplido las medidas que ha ido dictando el Gobierno, desde el principio de la crisis.

Nosotros y nosotras somos la empresa, y claro que nos lo creemos y nos hemos esforzado, y nos seguiremos esforzando, y la salvaremos, estamos convencidos.

Desde la Sección Sindical de UGT|MAPFRE queremos seguir dando las gracias a todos y todas por esas heroicidades, por esos milagros que han conseguido con su enorme esfuerzo psicológico, para que semana tras semana, durante todo este tiempo, Mapfre haya seguido plenamente activo.

¡Ánimo para todos/as, no podemos bajar la guardia, es fundamental seguir cumpliendo con las medidas de distancia y de higiene en todos nuestros ámbitos! Si seguimos así, conseguiremos vencer esta crisis.